Profesora ardiente me pide saciar su sed

Soy el alumno mas complaciente que cualquier Profesora ardiente pudiese desear, si me pide que la folle en el escritorio despues de clases yo me quedo sin ningun problema, pues esta hermosa me tiene enamorado de su gran lujuria, feliz de la vida viviria yo con esta perra, la verdad es que el dia que me vaya del colegio lo que mas voy a extrañar son todos estos momentos de tanta follada. Yo no se si todas las profesoras son asi de calientes o si yo soy un suertudo, pero lo cierto es que la vida me regalo esta gran oportunidad de partirle el coño a esta mala y aqui estoy, respondiendo como todo un hombre